Para mis amigas y amigos.

Con este video quiero dar las gracias a mis amigos y amigas por su apoyo, paciencia y comprensión y decirles que pueden contar conmigo como yo lo hago con ellos.

¡¡¡Gracias, sois geniales!!!



La diversidad permite se conocedores de todo, la unidad ayuda a encauzar los esfuerzos con un propósito, pero entre lo estas fuerzas hay frágil balanza.

Luís Gabriel Carrillo Navas

sábado, 28 de junio de 2008

Observa reflexionando o reflexiona observando.


Las propias filosofías orientales admiten la realidad como flujo y cambios perpetuos, sin que estos cambios tengan que significar en modo alguno caos, sino más bien todo lo contrario: el hallazgo de la armonía.

El taoismo por ejemplo nos propone dar paso a la espontaneidad dejando que las cosas adopten su curso natural, en tanto se las deja fluir sin forzar las acciones ni interferir en su desarrollo. Todo cuanto sucede forma parte del Tao y cada ser humano debe de buscar el camino en su interior.

Este sencillísimo y básico pensamiento, debería de servir para ser aplicado en cualquier sociedad y bien asimilado elevar a la persona a encontrar el verdadero paso al hallazgo con la vida no de la felicidad, sino más bien de la alegría y concordancia de la inmutabilidad del ser, en tanto en cuanto, la vida ha de ser entendida como un complejo proceso desde la sencillez y cuanto acaece es siempre y en todo momento lo que debe de ser, sin que por ello debamos de aplicar ningún elemento corrector para alterar el proceso, porque la alteración o transmutación vendrá dada de la propia evolución en la acción.

Pero dicho así pueden incluso mis pensamientos sonar como un mecanismo además de contradictorio, de resignación y pasividad, por otra parte nada recomendable. De hecho no es esa mi intención puesto que en ningún momento puedo concebir, que ser signifique no ser o dejar de ser, ni ser lo que no se es, sino más bien todo lo contrario. Desde el propio ser se alcanza la acción o la no acción por el simple principio de lo deseado.

Sin embargo nuestras sociedades siempre están aplicando elementos correctores sobre nuestras conductas y comportamientos, basados en culturas, políticas y religiones enquistadas que lejos de convertirnos en ciudadanos más libres nos van convirtiendo en personas cada vez más esclavas incluso de nuestros propios errores una vez los hemos dado por criterio fijo de conducta a seguir, llegando asi a poner fin a nuestro propio desarrollo y evolución interna cuando creemos estarnos saliendo de las reglas de un juego, sin haber antes alcanzado a comprender que el juego no es otra cosa que el dominio y el control directo de nuestra propia nave en la vida como humanos.

Pero... ¿Cómo alcanzar ese dominio y control de nuestra propia nave, sin acabar siendo manipulados?

Solo existe una manera: observando.




Mª Ángeles Sierra

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